PEZADO Para Josué Soria Conde A propósito de su exhibición PERIPLO SIN RETORNO Atroz miseria de mi espíritu, me condena, no hay nada detrás de ese sol, están solo los rayos que me atrapan, me adormecen el presente, no sé qué hago aquí, mi mente lucha, se nubla la razón, se abre el silencio, y me salta abusiva la duda salada de tus miedos que se forman detrás del cobarde, ¡trágame si es posible pero no me dejes respirar a lado de la suciedad!. Llegué tarde, ebrio y con hambre de vivir, me harté de la visión, pez delirio, sin sueños, heredé el desencanto, ansío salir, y seguiré contra todo, luchando hasta cambiar de piel, que el grito de mi anhelo despierte el volcán de mi alma que espera ansiosa y dispuesta, no cesaré noche ante tu deseo, seré la luz que pinta el agua al amanecer. La luna abierta.
Paso y dejo lo mío, luego se vuelve tuyo es entonces un pozo, si bebes de él se llena si no se vacía y marcho a galope, vas y voy y vamos dejando algo que de a poco me describe pero nunca me alcanza. Somos un enigma, y nos vamos conociendo, en cada letra me describo y juego a que te mires, porque en ti me veo y a veces nos encontramos, gracias por pasar por la ruta en la que sigo danzando.