danitorey

Corro, pensando o pienso corriendo, suceden en mi, sin que los piense, llegan, así de repente, miles de ideas, de pensamientos y llegan de manera simultánea. Es imposible pensarlos todos, creo que ellos me piensan a mi, creo que soy muchas veces un instrumento de miles de pensamientos que se instalan en mi mente  y muchos de ellos no tienen ninguna lógica pero se forma adelante, como si los fuera a pensar, como si quisieran ser vistos. Silencio, repito, basta! y empiezo mi mantra, uno que me inventé yo, porque luego cuando repito otros mantras y me voy, me pongo a pensar en otra cosa, entonces vuelvo a ser la antena que no hace más que recibir señales y transmitir basura cósmica del espacio de ideas. One thing leí una vez, y me gustó, empecé a entender que mucho de lo que me retrasa, de lo que me hace alejarme de un objetivo es la distracción el dejarme guiar por el arsenal de ideas. Después esa misma idea de sólo un pensamiento a la vez me salvó de no morir quemado en un temazcal. ¨

Tuve la fortuna de ser jurado en una beca que dan a jóvenes que deciden crear, que llevan un proyecto en alguna de las diversas disciplinas de Arte y si eres elegido te darán durante un año una cantidad razonable para que hagas tu proyecto. Lo cual si lo analizas, es un premio, un verdadero premio a tu iniciativa y a tus ganas de crear, el único requisito es que lo hagas, que cumplas con el proyecto que dijiste que harías. En ese proceso me di cuenta de la cantidad de talento que hay porque en ese tiempo que fue como hace cinco años, me tocó revisar 238 proyecto de los cuales sólo se seleccionaron, doce  y yo me encargué de tutorear cinco. Cinco jóvenes creadores que hoy algunos de ellos ya son grandes artistas, con carreras brillantes. Es entonces esa beca un incentivo muy fuerte, pero ¿qué pasa con los rechazados? ¿dónde se queda toda esa gente que no recibe la ayuda, y que al contrario ese rechazo los hace caerse al suelo y perder toda esperanza de crear? porque a veces así como