"Recuerda que tenemos algo Coco, que no podemos negar que nos pasa algo" -¿cómo?- respondió Coco; "Si, yo tengo esquizofrenia y tu tienes Alzheimer" -Le dijo mi padre y yo simplemente entendí que mi padre ama a Coco, y que no hay persona más sabia que este viejito loco que anda aún de aquí para allá. Porque es la primera vez que yo oigo, que con todo lo que le pueda molestar aceptar lo de la esquizofrenia, lo dijo, lo aceptó delante de ella y de mi y estoy absolutamente seguro que lo hizo para consolar a mi madre, para que ella se sienta acompañada, para que en esta lucha que ella tiene contra la pérdida de memoria no se sienta sola. ¡Ah que vida esta la que le tocó a mis padres! Que historia tan terriblemente triste pero al mismo tiempo tan hermosamente loca. Mi padre es un Quijote, pero mejor aún porque el quijote murió triste al recuperar la razón, y mi padre, sabe dejar la locura afuera y luego regresa a cuidar de mi madre en el mundo que tienen, un mundo repleto de fantasmas por tanta vida en medio de caos. Mi padre es como uno de esos filósofos griegos que no cede a la ciguta, que sigue ahí fiel a su causa. Que levanta la voz en medio de un silencio de esclavos que no cuestionan nada. Mi padre no exige nada, acepta lo que la vida le da. Es aún más vivo que ese Job que cuenta la biblia, porque aún después de quitarle todo sigue creyendo en su dios. "puedo rezar me dice" siempre antes de que cada comida, lo hace, y a veces llora. -Me siento solo hijo- me lo dijo el otro día, cayéndose por que el pulque también deja sus efecto. Mi padre aún sigue vivo y no deja de moverse, no deja de levantarse a las tres de la mañana -¿A dónde vas?- le pregunto una y otra vez, y ya se que nada lo detendrá, que la noche es su aliada, que las sombras del silencio lo guían. Es un rebelde eterno un verdadero punk que no se va a detener. Coco, lo corre por lo menos dos veces a la semana, y yo hablo con él, -no le hagas caso- El cada vez lo acepta más, cada vez se resigna más a que mi madre ande bailando con su memoria. "Sí le pasa algo a tu mamá" me dice, caminando rumbo a su casa. Una casa que afortunadamente tiene y en la cual puede vivir en su mundo. Una casa en la cual puede seguir repleto de él y su locura. "Siento que aún me adivinan el pensamiento" -me lo dice serio, frunciendo el ceño y yo le recuerdo que a sus 72 años, ha sido capaz de vencer todas las batallas, que no puede ceder ante esas voces que le tiran trampas. Después lo hago reir y reímos una y otra vez de algo, lo que sea, siempre la risa nos salva como el canto un canto que cada vez ejecutamos más seguido. Coco, mi viejo y yo y cuando se puede, cantamos toda la familia, hasta mis hijos, porque siempre está la opción de sufrir o reir, y yo hace rato que decidí reir. Que decidí tomar la vida de otra manera. "Me voy a morir, pero tu sigues vivo, aprovéchalo" me lo dijo hace unos días mi querido amigo Leonel, y luego murió, murió después de una batalla mortal. Me lo dijo después de haber vivido como un niño cumpliendo deseos y yo he decidido colgarme sus palabras como un amuleto que me despierta. La vida, es un instante, un parpadeo, y no hay tiempo para preocuparse, para andar enojados. No se cuanto me duren mis viejos cuánto más aguanten, pero ahora no busco más, nada hay afuera, todo está dentro, pero le creemos a esas voces que nos hacen perdernos, antes buscaba sintiendo que algo no estaba bien en la vida, que me faltaba algo. Hoy entiendo que no me falta nada, que lo tengo todo, no ha sido fácil llegar a esta conclusión por más simple que parezca, no lo es. El diálogo interno que cada uno tiene es el resultado de la semilla que se sembro en la vida y cómo fuimos llenándonos de información que en algunos casos como el mío me estaba destruyedo. Ahora se que no es broma que las voces negativas pueden matarte, ¿cómo es posible que alguien que aparentamente lo tiene todo decida colgarse? No hay una vida fácil todos tenemos que aprender a guiar ese diálogo y usarlo a nuestro favor. Qué piensas y cómo actuas a veces son dos cosas totalemente diferentesy ahí radica la felicidad que tanto anhelamos. Mucho tiempo estuve convencido de que mi vida era una tragedia una terrible historia de dolor y sufrimiento, una víctima de locos, asesinos y abusadores. Por eso me inventé máscaras, disfraces para tapar el olor a tristeza que cargaba mi alma, una idea que destruye mentes, que te hace ver la oscuridad en medio de un sol radiante. No es una batalla fácil, pero se puede, un paso hace un kilómetro dice el Tao, y es así, el camino es largo pero una vez que empieces a caminar estarás mucho más cerca de llegar. No hay día del padre o de la madre hay días, repletos de experiencias, y vidas para vivir, para despertar, porque cuando entendí que una mujer es todas la mujeres y un hombre es todos los hombres entendí que la vida es una y todos somos un reflejo de lo que nuestro corazón carga.

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