Ya casi al terminar el día del padre que tanto gocé con mis hijos, recordé que no te he llamado, que sigo acá en el silencio y el monasterio de reconocimiento familiar, y que de repente, pasan horas, días, semanas, y ya no se nada de ti otra vez. Dónde estás mi querido primo, cómplice de tantas aventuras y hasta del mismo maestro, que es tu padre. ¡Ah mis padres favoritos! -pensé- después de recordarte de entender que la familia es otra cosa, después de sentir como se me destrababa aquel programa doloroso que asociaba a la familia, era eso primo, era aquel vicio terrible de sufrir y luego salir huyendo, que no me dejaba vivir, ahora lo entiendo, ahora puedo verlo claramente. Cada relación amorosa que tuve, era una bomba de tiempo con un terrible final: salir huyendo y reprducir todo el dolor que experimenté de niño. No sabía como deshacer ese patrón que adopté como modelo de vida, no sabía como empezar de nuevo. Pero la vida se encargó de traerme al lugar donde nací y después de mucho trabajo como tu compartiste conmigo, después de estar codo a codo con mis padres, mis hermosos y peculiares padres, entendí lo que es realmente una familia, lo que es estar en paz, aun en medio de la tormenta la más terrible tormenta, sentir el abrazo de uno de la tribu es el aliento suficiente para seguir adelante. No sabía como pedir ayuda, un día salí corriendo y pude hacer mi vida, así que desarrollé una independencia inmediata, y con ello se formó una arrongancia disfrada de seguridad que me ayudaba a demostrar que yo era un hombre exitoso y nada de eso era cierto, porque nadie puede ser exitoso, si su vida es un caos, una tormenta donde el principal objetivo es destruir lo que va creando. Hoy no sólo siento el abrazo de mis padres, sino de mucho de mis familiares como tu que sin cuestionarme me han ayudado, he descubierto y recuperado tanta amistad perdida que me siento millonario nuevamente, que me siento parte de una extraña tribu familiar pero única, como aquella en donde las fiestas eran inmensas, con harta familia y harta comida para todos. La fiestas eran tremendas bacanales, en las cuales yo podía disfrutar a mis primos y primas, tramar historias y travesuras, para sentirme vivo, fuera de aquella burbuja donde crecí. Hoy al sentir el profundo silencio que me regaló la tarde, que me regaló el sol de la tarde que vino a abrazarme cuando dejé a mis hijos y una lágrima de alegría y rendición cruzaba mi cara. Hoy mi querido primo me acordé de ti y decidí escribirte. Aún nos faltan muchos días para compartir, para poder seguir creando nuestras propias historias. Aún estamos vivos y vamos a compartirlo.
Ya casi al terminar el día del padre que tanto gocé con mis hijos, recordé que no te he llamado, que sigo acá en el silencio y el monasterio de reconocimiento familiar, y que de repente, pasan horas, días, semanas, y ya no se nada de ti otra vez. Dónde estás mi querido primo, cómplice de tantas aventuras y hasta del mismo maestro, que es tu padre. ¡Ah mis padres favoritos! -pensé- después de recordarte de entender que la familia es otra cosa, después de sentir como se me destrababa aquel programa doloroso que asociaba a la familia, era eso primo, era aquel vicio terrible de sufrir y luego salir huyendo, que no me dejaba vivir, ahora lo entiendo, ahora puedo verlo claramente. Cada relación amorosa que tuve, era una bomba de tiempo con un terrible final: salir huyendo y reprducir todo el dolor que experimenté de niño. No sabía como deshacer ese patrón que adopté como modelo de vida, no sabía como empezar de nuevo. Pero la vida se encargó de traerme al lugar donde nací y después de mucho trabajo como tu compartiste conmigo, después de estar codo a codo con mis padres, mis hermosos y peculiares padres, entendí lo que es realmente una familia, lo que es estar en paz, aun en medio de la tormenta la más terrible tormenta, sentir el abrazo de uno de la tribu es el aliento suficiente para seguir adelante. No sabía como pedir ayuda, un día salí corriendo y pude hacer mi vida, así que desarrollé una independencia inmediata, y con ello se formó una arrongancia disfrada de seguridad que me ayudaba a demostrar que yo era un hombre exitoso y nada de eso era cierto, porque nadie puede ser exitoso, si su vida es un caos, una tormenta donde el principal objetivo es destruir lo que va creando. Hoy no sólo siento el abrazo de mis padres, sino de mucho de mis familiares como tu que sin cuestionarme me han ayudado, he descubierto y recuperado tanta amistad perdida que me siento millonario nuevamente, que me siento parte de una extraña tribu familiar pero única, como aquella en donde las fiestas eran inmensas, con harta familia y harta comida para todos. La fiestas eran tremendas bacanales, en las cuales yo podía disfrutar a mis primos y primas, tramar historias y travesuras, para sentirme vivo, fuera de aquella burbuja donde crecí. Hoy al sentir el profundo silencio que me regaló la tarde, que me regaló el sol de la tarde que vino a abrazarme cuando dejé a mis hijos y una lágrima de alegría y rendición cruzaba mi cara. Hoy mi querido primo me acordé de ti y decidí escribirte. Aún nos faltan muchos días para compartir, para poder seguir creando nuestras propias historias. Aún estamos vivos y vamos a compartirlo.
Gracias por estas palabras tan hermosas. Lo mas maravilloso de la vida son los momentos familiares, nuestra realidad diaria es el producto de nuestras acciones pasadas, sigamos sembrando para cosechar en unos días, meses, años i décadas, no tenemos la certeza de cuando cosecharemos, lo que si te puedo asegurar de acuerdo a mi experiencia reciente es que la cosecha llegara, sigamos sembrando sin importar las actitudes de nuestros hijos o de sus madres porque ellos tienen una visión de la realidad y nosotros por la enseñanza aplicada vamos teniendo otra. Llegamos a este conocimiento del ser, del origen de la tribu, de la espiritualidad, de la conexión de la energía con el universo, es nuestra responsabilidad vivirla para enseñar con el ejemplo. El camino que hemos decidido emprender conlleva una sinfonía sincronizada de dulzura y belleza aderezada con hábitos y buenas practicas para vivir en integridad. Te quiero primo, estoy seguro que tu camino no es fácil, la vida de un director es observarse y reinventarse diariamente mirando actitudes y cualidades en los demás que reflejan tu experiencia e ideosincracia. El aprendizaje diario te reconecta con nuestros maestros y con nuestro padre Dios, se que el te concede y te concederá todos los anhelos de tu corazon, por eso requieres estar preparado como un grande, con cimientos firmes y profundos. Te quiero primo nuestra tribu es grande y poderosa, me da mucho gusto que sigas encontrando el origen de las actitudes de tus padres y de nuestro maestro mi padre. Han pasado muchos años para que entendamos porque seguimos sembrando en nosotros.
ResponderEliminarDice el dicho popular que no crece hierba en árbol frondoso, tal vez por eso mi padre requería separase de todos nosotros para que creciéramos con sus enseñanzas, es lo que quiero creer. Todos tenemos un propósito y una misión que requerimos cumplir día a día, no sabemos cual es nuestra misión diaria lo que si sabemos es que estamos aquí para cumplir con un propósito, nuestra pasión. Tienes una fuerza enorme, tienes el corage de un guerrero de elite, nuestros antecesores no nos trajeron aquí para cambiar el pasado, nuestra responsabilidad es entenderlo para crear un futuro único para ti para mi. A fin de cuentas cada quien su vida y su realidad, tenemos anclas que vamos descubriendo en el océano de ideas, algunas podrían estar en el abismo de nuestros orígenes. Sigue usando el traje de buzo que dejo mi padre, para que sigas adentrandote en las enseñanzas, desebrando las ideas profundas que te tienen anclado, estoy seguro que pronto tu realidad va a cambiar porque el canal por el cual estas conectado a la energía universal se esta limpiando y puliendo al mismo tiempo para despegar como challenger con una turbina a propulsión a chorro que te catapulte hasta la estratosfera. Sigue sembrando hermano del alma. Te quiero black brother
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EliminarGracias Mi querido Mike, compartir y sembrar amor que más podemos hacer en este maravilloso viaje. Gracias nuevamente por tu comentario, pero más aún por tu complicidad, y tu amistad.
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