En las mañanas aun de madrugada, cuando el velo de la noche me acaricia, despierto, aún de noche, aún con el canto divino del silencio, a veces como hoy con la orquesta maravillosa de gotas que lamen todavía la cara de las hojas. Algo sucede en mí, nosé a donde viaja mi alma, pero despierto sintiéndome que soy otro, estoy seguro que es uno el que se acuesta y otro el que se levanta, no se como comprobarlo, y si que hay forma porque he leído de eso, hay quien afirma que el alma se libera, va y viene por planos sin tiempo, puede desfazarse en realidades. Hay quien dice que es un ajuste de todos los sistemas, que el cuerpo descansa, pero la mente repara y que ahí es cuando llega el descanso, pero sea lo que sea yo siento que al despertar soy otro al de ayer, a veces cansado o a veces con la furia de un tigre pero siempre me ha costado despertar, agarrar la onda de todo lo que soy, por eso corro, necesito algo físico para poder regresar a mi sistema y saber quién soy, si estuviera casado haría el amor, y así resolvería el asunto de seguir despertando con erecciones de puberto. Ahí en ese cruce de deseo y pasión siempre hay tiempo de ver quienes somos, yo me veo en el espejo de la piel y el cuerpo que arde por beberse mi sangre, me gusta hacer el amor, que mis manos se vuelvan una lengua insaciable que devora todo lo que va tocando, ah es la pasión como una canto gitano lo que me hace falta y pienso, pienso es la cinco veces que he vivido en pareja y mejor me regreso a seguir corriendo, a hacer del aburrido acto de correr un acto maravilloso donde todos mis sistemas despiertan, miro a las ardillas y pienso enlo que pensarán de los humanos que atravezamos una y otra vez los parques. ¿qué pensarán de nosotros? qué dirán de estos que andamos ahí sudando y escupiendo con ritmo. Pienso en el sol que descubre sus ojos en una día que se presume hermoso, pienso en cómo mi padre aún a sus setenta y dos años y todas sus enfermedades se para a correr a las cuatro de la mañana, pienso en como mi mente siempre quiere que me detenga, que me pare. Todo el tiempo escucho una voz que me dice que me detenga, y yo no la oigo, la oigo pues pero no la obedezco porque si lo hago estaría dormido, seguiría en esos cinco segundos que son mortales que son decisivos para hacer o no hacer las cosas. Ya cuando voy en esa batalla he corrido tres kilómetors, y mis piernas las siento fuertes, se que ya no se van a detener, aún cuado una parte de la mente sigue aferrada a pararme, hay otra que entra en un estado puro de cocentración, y ahí en ese momento todo se aclara, puedo ver todo sin que sea un problema cualquiera de mis problemas se aclaran, perdono lo malo, y mando disculpas a quien he lastimado, encuentro soluciones y veo caminos para resolver los mil y un problemas en los que me he metido. Encuentro las palabras adecuadas para vender mis proyectos, el inicio de este guion que llevo días trabajando, esucho la música que vamos a usar para poder musicalizarlo, miro las escenas, y al mismo tiempo miro lo que tengo que hacer con mis hijos que decirles y qué hacer para ayudarlos en su crecimiento. Ya para eso llevo casi cinco kilómetros y estoy a punto de terminar, entonces viene la prueba final, en donde siempre le pido a mi cuerpo que me regale a máxima esos últimos cien metros, la batalla de mi mente es más fuerte, es áun mucho más profunda y terrible. "Párate ya estamos cansados, te vas a lastimar las rodillas, no te desgastes, cuídate" todas esas palabras que suenan a una mamá y que seguro tienen que ver con ello, pero no lo oigo, sigo, y ahí es donde encuentro un orgasmo pirata, porque ni de broma se acerca al orginal, pero es clon muy bueno, porque mi corazón se enciende y lo siento parpadear en las pestañas, acelero, y siento que ya no puedo más, me quiero parar y muevo los brazos para ver si así las piernas jalan más, diez metros, y me río, porque estoy a punto de lograrlo, porque no dejé que ganara esa terrible voz que quiere detenerse que quiere que mañana lo haga, me rio porque es una acto de locura que sólo yo entiendo me río porque estoy vivo, porque sigo terriblemente vivo y solo, y la luz del sol que no cesa me hace seguir de pie y seguir intentándolo. Ya de regreso todo está marcado por esa energía y todas las visiones que tuve de mi vida. Regreso por una calle a la que yo le llamo la calle de la libertad porque ahí por esas calles, que deja fluir pocos autos puedo sentir siempre el triunfo que de la libertad, que da el hacer las cosas por elección y no por resignación.
-...entra en el miedo, sólo ahí, en ese lugar está lo que buscas, lo que viniste a aprender- Me lo dijo Marcos, el viejo vagabundo que siempre está afuera del bar, me detuve, porque sus palabras me calaron, lo miré un momento. -¿me hablas a mi? -le hablo a todo el mundo, y aveces alguien me contesta, ¿me invitas un trago? Lo miré y pensé por un momento en invitarlo, pero me distraje con un par de mujeres que entraron, una de ellas traía una falda larga casi transparente y con una abertura que te atrapaba al instante, era como un anzuelo para buscarla, para seguirla, y la seguí. El bar estaba atascado, el espacio es muy pequeño, un curioso garage que se extiende de forma vertical, hasta llegar a una barra, decorada con objetos de taller mecánico, porque lo era, "el taller de Tony" que al morir, uno de sus hijos lo inmortalizó, convirtiéndolo en Bar y dejando todo como estaba, bueno adaptándolo un poquito. Perdí de vista a las mujeres, logré llegar a la barr...
Comentarios
Publicar un comentario