Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2020

SU MIRADA ME HIZO VER QUIEN SOY

Su punto de vista puso en evidencia algo que no había pensado tan claramente, y me costó reconocer que quizá no recuerdo toda la historia, me molestó, por no decir que me dolió un poco que usara las palabras que conoce de mi, para demostrarme que estaba equivocado, y Sí, que me molestó,  porque no debes usar lo que te cuentan para argumentar tu desconfianza, pero luego me di cuenta que yo había hecho lo mismo algunas veces, entonces lo acepté, con un sabor ácido que llegó hasta mi estómago, reconocí que su punto de vista era tan parecido al mío que me cagaba al oírlo que me sacudía y en parte se me hacía insoportable, pero quizá lo que más me estaba taladrando en la mente, era la posibilidad de que me equivocara, de que la versión aquella de ese pasaje en mi vida que aún al contarlo me hacía ver que había mucho que entender, me dejó frío, “es tu versión influenciada por tu carga emocional, te acuerdas sólo a lo que pones atención, y lo he visto cuando noto tu dispersión” me molestó mir

LA FLAUTISTA ALEGRE

Hace un año viajé a ver a mis hijos en un auto con viajeros compartidos, una maravillosa aplicación que te permite moverte en autos privados con personas que abren amablemente o por mero interés, espacios para que viajes con ellos y te cobran una cantidad mucho más baja que si te fueras en autobús. Esto me recordó cuando viajaba con regularidad por el país, viajes de exploración que me encantaba realizar para estar conmigo y empalagarme de nuevos paisajes y soledad, en las casetas siempre encontraba gente que pedía ride, yo trataba de llevarme un par, casi siempre eran estudiantes, que agradecían el viaje, el cual por supuesto no les cobraba, pero ahora en la época de las apps y los negocios de movilidad inteligentes, ya es todo un sistema y es una muy buena forma de bajar costos y acompañarte. En uno de esos viajes conocí a una mujer muy entusiasta, hablaba con mucha alegría, con esa alegría que hasta ponen de malas, porque eso de que todo es bello y hermoso siento que niegan la parte

EL SERMÓN DE LA CHAQUETA ASESINA Y MI MAESTRO PEDERASTA

 Ayer leí que el director del colegio donde estudié la secundaria fue acusado de pederasta, "He vivido muerto la mitad de mis días”  afirma en una entrevista para el Universal Jorge, el ahora adulto de 32 años. La fecha de la nota es del 2019, es decir al año pasado, algo realmente cercano a estos días, entonces lo gugleo y me doy cuenta que hay más notas sobre Francisco Serrano Limón el Hermano Lasallista quien prefería que le dijéramos Paco. "Cada vez que se masturban le clavan una espina a Cristo"  me vino a la mente de inmediato aquel terrible sermón que nos dio en una capilla y que yo lo llamé el sermón de la chaqueta asesina,  "porque con cada pecado que cometen es una espina para Jesús" era la primera noche de un retiro espiritual al que nos obligaban a asistir. En la secundaria por reglamento escolar o más bien moral,  tenías que asistir a un retiro espiritual, y había tres fechas para cumplir con este requisito indispensable para graduarte; a los dos p

SI TE MUEVES ESPANTAS A LA MUERTE

 Me gusta ver como se quita la gente cuando corro y me aproximo hacia ellos,  obvio se quitan porque seguro piensan que les puedo pegar, pero veo en la cara de algunos  otros, en su expresión, un respeto por mi ritmo, se quitan, pero no sólo por miedo a que les pegue, se quitan porque respetan mi camino, se abren dándome el paso, entonces, sigo corriendo y lo hago más rápido, porque es pequeño ese ritual pero me carga, podría incluso decir que me compromete a seguir corriendo, a moverme, siempre moverme, para que se abra el camino para descubrir lo qué sigue, moverme, muévete decía mi madre -muévete, haz algo- me lo dijo aquel día cuando era ese adolecerte herido por el desamor y la traición de los amigos. Me lo dijo sin pensarlo mucho  -Mamá- le dije con un tono alto y buscando que se detuviera un poco -Mamá- le grité para que me mirara a los ojos, -se detuvo y me miró un instante -ya no quiero vivir- lo dije nuevamente con un tono rasposo, como no queriéndole decir, me miró un segund