"Ama el conocimiento y piensa que muchas veces es la llave que abrirá puertas en este extraño laberinto de la vida, pero el conocimiento de ti pues" me lo dijo aquel pescador después de un silencio que dejaba oír el baile de las olas que calmaba mi mente inquieta. No dijo más, echo a reír mirando mi cara, me dio una palmada y se fue a su cabaña. En aquella época aún en la universidad, leía poesía de los llamados poetas malditos, también leía filosofía, sobre todo a Nietzsche y su Zaratustra que me hizo despertar unas ganas por describir mi propio mundo con fuerte pasión, leía todo lo que me ayudara a sacar la culpa que me había sembrado la educación católica, pero también que me acercara a calmar las preguntas existenciales empezando con él ¿quién soy? Pero el "conocimiento de ti" me abría un universo, un abismo en el que me caía sin poder salir tan fácil. A veces subido en el tren de la vida que por momentos viví con demasiada prisa, recordaba entre el cambio de luz en un semáforo las palabras de aquel Pescador, el delfín negro como le llamaban, ama el conocimiento de ti, lo pensaba y me sentaba a leer por minutos y luego por años a todo aquel que ha dejado mapas para saber quienes somos y es que parece increíble que se nos pierda el mapa de nosotros mismos si de niño lo teníamos clarísimo, es tan irónico anhelar crecer para cumplir nuestros sueños y ya de grandes anhelar ser niños para seguir soñando parece un juego ilógico, pero es así la vida y ahí está quizá lo más interesante de este juego. Ahora muchos años después de aquel momento con el pescador le pregunto a mi hijo de diez años ¿qué te gustaría hacer de grande? "Yo voy a ser chef, músico y futbolista" me lo dice cuando lo cuestiono, y no lo duda, y tampoco lo piensa más, deja claro lo que gusta y quiere hacer, no está pensando en si ganará dinero, si es una carrera rentable, si tiene prestigio o no, cuántas universidades ofrecen la carrera o cuáles son los beneficios, se voltea y sigue jugando no le dará más vueltas, solo repara unos momentos después, pero, si tengo que escoger una, sería chef. La claridad que nos da la infancia es el trabajo más grande para el conocimiento de uno mismo, cuando nos alejamos de nosotros de aquel sueño de niños nos perdemos, muy posiblemente nos acercamos a ser parte del mundo, pero nos vamos alejando de nosotros hasta perdernos. La manera de no perdernos, de seguir conectados con la llama del asombro, con el entusiasmo y la pasión es el conocimiento de uno y el conocimiento en sí.
Esta reflexión la he pensado hoy que vuelvo a leer que en el estado de Hidalgo, sigue una huelga de maestros, y que seguirán por lo menos todo el mes de enero, es muy lamentable oír esto. Ya de por sí, los niños y jóvenes han sido marcados por la pandemia al estudiar desde una computadora o una tablet y ahora en esta región se quedan sin escuela en estos días. No me imagino lo que ha de ser perder clases en primaria o secundaria por una huelga; cuando yo estudié la primaria la única vez que paramos clases fue por el temblor del 85, y solo fue una semana porque mi padre consiguió que abrieran la escuela, claro un colegio privado donde las autoridades puede decidir, pero ¿Qué hace toda la gente de hidalgo que no tiene opción y tiene que ir a un colegio público? ¿Cómo es posible que no sea prioridad en las agendas de adultos los problemas de los niños?, pero más aún, ¿los problemas que afectan a la educación de los niños? No suelo involucrarme en temas políticos, no me gusta, no entiendo de política, y menos cuando veo este tipo de noticias que me dejan en claro que aún nos falta mucho para poder gobernar. Ni siquiera alcanzo a imaginar como podría gobernar un país con tanta gente que hace mucho más complejo el tomar decisiones. No es fácil ni pensarlo, pero para eso se preparan para eso deberían estudiar y buscar la manera, si nuestros gobernantes, amaran el conocimiento, se darían cuenta de que una manera de avanzar en un país, es sembrando una educación que esté al nivel del mundo, basta con mirar a EU. donde la educación pública está al nivel de la privada, es más por conveniencia o por votos deberían hacerlo, pero no alcanzo a entender ¿cómo hacerle daño a la semilla que estamos sembrando? Hay que estar ciego para no ver que solo lo que siembres hoy, podrá dar frutos mañana. Amor por el conocimiento, no son palabras románticas, es una acción que nos permite investigar, crear y proponer ideas a un mundo que se expande rápidamente y que exige seres humanos mucho más preparados. Amor por el conocimiento es en todo caso la acción que nos hace seguir interesados en nuestros sueños.
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