Ir al contenido principal

EL TALLER DE TONY - E1

 


-...entra en el miedo, sólo ahí, en ese lugar está lo que buscas, lo que viniste a aprender-

Me lo dijo Marcos, el viejo vagabundo que siempre está  afuera del bar, me detuve, porque sus palabras me calaron, lo miré un momento.

-¿me hablas a mi?

-le hablo a todo el mundo, y aveces alguien me contesta, ¿me invitas un trago?

Lo miré y pensé por un momento en invitarlo, pero me distraje con un par de mujeres que entraron, una de ellas traía una falda larga casi transparente y con una abertura que te atrapaba al instante, era como un anzuelo para buscarla, para seguirla, y la seguí. El bar estaba atascado, el espacio es muy pequeño, un curioso garage que se extiende de forma vertical, hasta llegar a una barra, decorada con objetos de taller mecánico, porque lo era, "el taller de Tony" que al morir, uno de sus hijos lo inmortalizó, convirtiéndolo en Bar y dejando todo como estaba, bueno adaptándolo un poquito. Perdí de vista a las mujeres,  logré llegar a la barra y pedí una cerveza, le dí un trago, sentí el frio liquido lupuloso y amargo en mi cuerpo, hasta cerré los ojos, el calor era insoportable, volví a ver a las mujeres, estaban ya con unos amigos,  me aferré a hacer contacto con la que me había encantado, nunca volteó, me tuve que conformar con mirar su cuerpo hasta memorizarlo. Terminé mi cerveza, pedí otra, le indiqué a Lula la hermosa bar tender con tatuajes hasta en la encías, que la guardara un momento, "Mira cómo se te cae todita la cabellera" se oía una vieja canción de caifanes, "antes que pienses que vas a enloquecer", empecé a tararear la canción, pensé en la letra "mira que la vida no es eterna" pensé en mis socios, pensé en que nadie sale vivo de la vida y porque de repente me siento tan atrapado. Descansé al salir del baño, ojalá todo lo que nos estorba se fuera de nuestro cuerpo como cuando uno va al baño, sería como sacarlo con diarrea emocional, pensé, y me reí. Al llegar a la barra, justo a lado de mi cerveza estaba Brisa, una mujer que había estudiado conmigo en la prepa, y a la cual nunca me atreví a hablarle, me encantaba, nunca lo entendí, nunca supe porque me paralizaba, una vez la seguí hasta su casa, vivía en un barrio muy pobre, se metió a un viejo edificio, subió un piso por unas inmensas escaleras en forma de caracol y entró a su departamento, después de unos minutos, toqué su puerta, nadie respondió, agradecí que nadie abriera, que nadie saliera porque un pánico terrible se apoderó de mi, -¿quien es?- alcancé a oír, apenas oí su voz y corrí al piso de arriba, me tiré al suelo, abrió la puerta -¡hola!- Volvió a decir, -¿Quién es?- se escuchó desde la casa la voz de una mujer más grande, seguro era su mamá. Brisa cerró la puerta y ya no alcancé a oír lo que dijo, esperé un rato, sentado en las escaleras,  y después me fui, salí corriendo. 

-¿Qué es lo que me pasa? ¿Qué carajos me pasa? soy un imbécil, ¿qué mas me da esta chava? ¿por qué no puedo hablarle? me repetí una y otra vez ese día y durante un par de semestres que me faltaban de la prepa. La escuela terminó y nunca pude hablarle, la veía en la escuela y nos veíamos, me seguía con la mirada, la seguía, a veces hasta se reía, pero había algo que me impedía acercarme, lo extraño es que no me pasaba eso con todas las mujeres, incluso salí con una de las más populares, una chaparrita que usaba microminifaldas, era hermosa tenía cara de ángel, cubierta por un pelo largo y rubio que te atrapaban al instante, Brisa se había quedado como un enigma, y ahora  estaba ahí, mirándome nuevamente sin decir nada. 

-¿te conozco?-

me dijo Brisa y se rompió el hechizo, en realidad se rompió cuando le hablé

-no, no me conoces, pero estudiamos en la misma prepa-

-¿en serio? pues no te recuerdo

-nunca te hablé, no pude-

-Siempre has dado miedo amiga, eres la mala del cuento-

se lo dijo una mujer que estaba con ella y se echaron a reír

-pero nunca es tarde, hola mucho gusto soy Vannesa- 

la amiga era mucho más guapa que Brisa, claro el tiempo no pasan en vano, 

-Dame tu whats y nos escribimos porque ahora ya nos tenemos que ir-

Dijo Brisa, me tardé en sacar el teléfono, así que Vannesa, se adelantó 

-dame tu instagram y desde ahí te sigo y yo te paso el de Brisa, porque nos deja el Uber-

me encontró de inmediato, me agregó  y salió del bar,

-Adiós niño misterioso-

 Alcanzó a decirme Brisa

-Veinte años habían pasado desde aquella vez que dejé la prepa, que dejé de ver a Brisa, que me alejé de ese extraño estado de parálisis que me provocaba. Le di un trago a mi cerveza y saqué mi teléfono, acepté la invitación de Vannesa en instagram, empecé a mirar las fotos, vaya que era hermosa, encontré unas en la playa donde pude ver su cuerpo muy bien entrenado, en esa foto estaba Brisa así que me fui a su perfil, me perdí por un instante mirando fotos y mientras retrocedía en su historia, regresó a mi la duda, el enigma de entender porque nunca pude hablarle. Me llegó un mensaje de Aldo

-Maña a las 9 tenemos la reunión, prepárate porque quieren respuestas-

Al instante  sentí nuevamente ese extraño estado de incertidumbre que me llevó al bar aquella noche. Brisa me distrajo, le di un trago a mi cerveza, -Brisa- pensé, pasó Marcos, en ese momento entendí el miedo que sentía de enfrentar a los inversionistas, se parecía al miedo que sentía cuando me acercaba a Brisa. Todo el ruido del bar se detuvo por un momento, entendí que todo de alguna manera estaba conectado esa noche. Pedí una cerveza más, y salí a buscar a Marcos. No lo encontré. 

-soy un pendejo-

me dije una y otra vez, 

-no entiendo nada carajo, ¿por qué no puedo detener el tiempo para entender que está pasando?

-¿todo bien?                                                                                                                                 Me dijo Marcos que estaba detrás de mi, justo en la entrada del Bar. Me espantó y al mismo tiempo me alegré, 

-Te traje una cerveza -

¿tan fuerte está el miedo?

-¿tu como sabes que tengo miedo?-                                                                                          Marcos le dio un sorbo y lo disfrutó como si fuera la mejor cerveza del mundo, 

-gracias Dios mio por este trago y tu bondad; me has escuchado-                                              se me hizo rarísima su actitud, un poco fanática

-Ahora si pásame la chela y siéntate estás en tu calle-                                                                Se echó a reír y se sentó en la banqueta. 

-Ya no le des mas vueltas y cuéntame-

-no se ni por dónde empezar-

-ese es un buen inicio-

-me metí en un negocio para sacar lana pero no pegó y ahora los inversionistas esperan una explicación y no tengo ni puta idea que decirles, no se qué me pasa, me dan ganas de salir corriendo-

-la única manera de vencer el miedo es enfrentarlo, no huir, no salir corriendo eso te perseguirá todo el tiempo-

-Pero no se qué decir 

-por ahí se empieza, cuando estás dispuesto a reconocer que te equivocaste-                             le dio otro trago a la cerveza, miró la botella

-sin embargo hay algo más en ti, es algo más lo que te pasa-

Marcos sacó un puro del viejo saco que traía puesto, estaba a la mitad, lo prendió, salió una pareja del Bar.

-¿Qué es lo que realmente sientes? ¿qué crees que puede pasar?

-que me demanden-

-¿Qué más?-

-no se que se enojen-

¿qué más?

-pues eso, que se encabronen

-¿y qué más te da que se encabronen, que sientes?                                                                     Me detuve a pensarlo un momento, miré la cerveza y sentí que las palabras se me atoraban 

-No me gusta quedar mal-

-ahí está la cosa amigo-

-¿Cómo?-                                                                                                                                Marcos se terminó su cerveza.

-te gusta quedar bien porque es la forma en la que has crecido, y crees que si fallas, está mal, 

-¿y no es así?- 

-la mayoría de las veces es así, pero lo que tu sientes no tiene nada que ver con el otro, tiene que ver contigo-

-¿Qué pasa cuando alguien te queda mal? ¿Cómo te sientes?

-no lo se-

-Piénsalo un momento y dame un trago de tu cerveza-                                                                   le di mi cerveza 

-no me gusta que me fallen- 

-¿por qué?-

-me molesta-

-fallar, es lo que siempre hacemos y no a propósito, no siempre podemos ganar, no somos máquinas, la cuestión es qué crecemos con la idea de los regalos, si haces bien las cosas te amo sino te detesto-                                                                                                                         Le dio una fuerte fumada al Puro, salió un grupo de amigos del bar, una chica muy guapa le dio una cerveza más a Marcos y un beso bastante tronadito,  lo agradeció nuevamente mirando al cielo, me miró y levantó los hombros, aceptando con grata resignación. 

-¿Por qué estás tan feliz?-                                                                                                                  le dije inmediatamente

-¿Viste todos los milagros que han sucedido? esto es algo increíble, antes de que tu llegaras nadie me daba nada y ahora mira, sólo falta que alguien me invite un taco, y no lo digo por ti, tu ya hiciste demasiado. Pero así son los milagros, están todo el tiempo y no los vemos-

-eres un tipo especial-                                                                                                                    soy un viejo poeta, no espero nada, tu lo que debes de hacer, si quieres, es reconocer que te equivocaste, y sigue intentándolo, pero tira la culpa-                                                                Levanté la vista hacia el viejo farol que alumbra la calle, me retumbó la palabra culpa, me caga reconocer que sigo dándole vueltas a algo, Marcos me miró fijamente

-ah, ahí está la cosa, te sientes culpable, y no te gusta quedar mal,  dime una cosa, ¿Con el dinero que te dieron hiciste lo que quedaste?- 

-si, claro lo usé para el proyecto, pero las cosas no salieron como esperaba-

-y si las cosas fueran bien, ¿sentirías que en algún momento ibas a fallar?-                              Me sentí completamente descubierto, Marcos tenía razón, al final algo más fuerte que mi deseo por lograr las cosas, me traicionaba. Se terminó la cerveza y eructó-

-Sí, siempre siento eso, que tarde o temprano se darán cuenta que soy un impostor, que estoy haciendo algo mal, pero no estoy haciendo nada mal, No entiendo porque pienso eso-

-ah amigo, es tan terrible ser adulto que a veces pienso que es una broma un truco para que puedas entender que todo se arregla en volver a ser niños, pasamos tan poco tiempo en la infancia que no alcanzamos a entenderlo, pero ahí esta la información que necesitas, ser como niños y entrarás al reino de los clelos dijo Jesús/

-yo no creo en Dios-

-no te preocupes, el si Cree en ti-                                                                                                Marcos se echó a reír y se puso de pie.

-Ya vámonos ya bebí demasiado tu me has traído buena suerte-

-¿Quieres un taco?-

-si pero no quiero que tú me lo invites, tu ya hiciste lo tuyo, alguien más me dará el alimento y sino pues nos tocará dormir sin cenar-

-pero te puedo invitar-

-deja eso, obsérvate, sólo observa que todo lo que haces está conectado con ese sentimiento, y que si se vuelve a presentar en tu vida, es la oportunidad para que lo enfrentes. Nada es casualidad amigo-

-me cagan esas palabras-

-porque son verdad y tu estás a punto de colapsar, por eso estás aquí, porque el miedo ya no te deja en paz, sino seguirías con esas hermosas mujeres que viste en el bar y no estarías con un vagabundo caminando por las calles-

Marcos se echó a reír tan fuerte, que le empezó a dar tos, nos detuvimos en el viejo parque y saludó a un par de hombres que bebían en una banca.

-Ellos tienen miedo al igual que tu, todos tenemos miedo por eso somos humanos, y nos equivocamos, no puedes dejar de equivocarte, bueno hay una manera de no equivocarte más, 

-¿Cuál es?-

-dejando de intentarlo, ahí ya no hay riesgo, aunque el miedo va a seguir dentro de ti, de eso no te vas a poder escapar, ¿cómo te llamas?

-Mauro-

-¡Ah Mauro el oscuro!, debes conocer mejor tu sombra para que no le tengas miedo, ese también eres tú, no le temas, y no esperes nada de nadie todos fallamos-

-¿Por qué Mauro el oscuro?-

-eso significa tu nombre, ¿no lo sabías?, la oscuridad es igual de importante que la luz, son parte de un mismo cuerpo-

Llegamos a una taquería que estaba a una cuadras del Bar, Marcos se acercó a oler el trompo de pastor y cuando estaba a punto de tomar una de las piñas que caían, un tipo lo aventó fuertemente

-no te quiero volver a ver aquí vago asqueroso-

-¿Qué te pasa pendejo, yo vengo con él-                                                                                          le dije  inmediatamente al taquero

-me vale madres, lárguense-

Cuando traté de levantar a Marcos, noté que tenía sangre en la ceja, no le dio tiempo de poner las manos y se había golpeado fuertemente, lo dejé sentado hasta que se recuperara

-¿Se encuentra bien?                                                                                                                    una mujer muy elegante se acercó a ayudarle también, se agachó para ver la herida

-un ángel ha caído del cielo-                                                                                                            le dijo Marcos al mirarla y ella le sonrió,  

-Creo que el golpe fue muy fuerte, ya está delirando, ¿Cómo se siente?-                                   se lo dijo la mujer revisando la herida                                                                            

-Ahora me siento mucho mejor que antes, háblame de tú-                                        

-Te rompiste la ceja, traigo una par de vendoletes voy por ellos-                                                    el gerente del lugar se acercó al ver que la gente miraba a Marcos, 

-¿Qué fue lo que pasó?-

-pasó que ese pendejo aventó a Marcos y se rompió la ceja-                                                           Le dije poniéndome de pie, Marcos me indicó que me calmara

-El dijo que intentó robarse algo de carne-

-Nos íbamos a sentar a cenar, sólo tomó una de las piñas que caen en la charola-                        El gerente nos preparó una mesa, la señora llegó con unos vendoletes

-déjenme invitarles la cena por favor y si es necesario pagaremos la curaciones-                           Dijo el gerente ayudando a Marcos a sentarse en una de las sillas

-con cena está bien amigo, eso ya es algo muy bueno-                                                                    Marcos me miró, y cerró el ojo, me quedé impresionado.

-¿y quién pagará mis honorarios?-                                                                                                    dijo la mujer que lo curaba, en tono de broma

-De eso me encargo yo, pero tendrás que seguir curándome-                                                     se echó a reír, tenía como unos sesenta años, pero era muy guapa

-Hecho, te espero en mi consultorio la próxima semana y empezamos los pagos y las curaciones-                                                                                                                                        le dio una tarjeta donde indicaba que era médico cirujano, Dra Norma Castillo.

-Ahí estaré Angi-

-me llamo Norma-                                                                                                                             le dijo inmediatamente y se puso de pie, acomodó su falda que se había arrugado 

-para mi eres un ángel por eso te bautizo como Angie-

-Ah bueno, como tu quieras...

-Marcos-

Dije yo inmediatamente cuando ella esperó a qué el dijera su nombre

-¿es tu papá?-

No, le respondí, pero somos grandes amigos. 

-Pues mucho gusto y buen provecho-                                                                                           Marcos le tomó la mano y le dio un beso. Angie le correspondió con una ligera sonrisa y se alejó.

-te lo dije, llegó otro milagro-                                                                                                        Alcancé a ver que la mujer le dijo algo al gerente, al parecer lo encaró, porque señalaba hacia donde estábamos sentados; unos minutos después cuando nos trajeron la cena el Gerente se acercó nuevamente, 

-disfruten la cena, y quiero ofrecerles un trato en vista de lo sucedido, le pido que venga a cenar los días que sean necesarios para poder pagar la agresión que ha sufrido, todo correrá a cargo de nosotros-

-¿Cómo te llamas amigo?

le dijo Marcos

-Eduardo-

-Mira Lalo, todo nos equivocamos, lo importante es reconocerlo y con esta rica cena yo estoy pagado-                                                                                                                                            Le dio una mordida al taco, 

-Ah que delicia de taco, gracias señor por tu infinita bondad-                                                         El gerente miró un poco extrañado a Lalo pero con respeto

-bueno ahora que si insistes, aquí nos tendrás, un par de noches-                                                 dijo Marcos y se echó a reír

-Será un placer, y nuevamente una disculpa por este momento-                                                    el gerente se alejó. 

-No lo puedo creer-

-Te lo dije, los milagros están en todos lados, pero tu me trajiste buena suerte, desde que entraste en el taller la noche agarró otro rumbo, pero ¿quien era esa mujer con la que hablabas?-

-una amiga de la prepa, nunca pude hablarle, me daba pena, me gustaba demasiado, y me paralizaba cuando la tenía cerca

-¿cómo lo que sientes al enfrentar a tus socios?-

-tal vez, no lo se, no lo había pensado-                                                                                            le trajeron un par de tacos más de pastor

-todo está conectado, todo en nuestra vida es un reflejo de lo que somos, más bien de lo que fuimos de lo que no hemos resuelto, pero ahora es tu oportunidad

-¿por qué lo dices?-

-porque te está pasando, tienes que enfrentar a tus socios y has podido hablar con un mujer que te paralizaba, todo llega en su momento pero llega-

-¿Vives en las calles?-

-estoy en todas partes-

-pero dónde duermes-

Tony jr, me deja dormir en el Bar cuando todos se han ido, con la condición que en la mañana limpie el bar y levante mis cosas, es un gran tipo, quiere ser como su papá y a veces lo logra-

-tu conociste a su papá?-

Marcos se quedó callado, miro hacia al frente

-Yo estaba con él cuando se murió-




-próximo capitulo Martes 28 de Mayo-






Comentarios

Entradas populares de este blog

EL TALLER DE TONY - E2

-¿Qué fué lo que pasó?-                                                                                                                                      Marcos me miró sin decir nada, se terminó el taco de pastor, se limpió las manos, y un poco de salsa que le había quedado en el bigote, sonrió un poco y luego bebió agua de horchata. -Jamás he hablado de esto, pero sabía que un día la historia de culpas saldría- -¿te sientes culpable? -todo el tiempo- -¿por eso te volviste vagabundo?-                                                                                                                              tomo un palillo y empezó a sacarse un poco de carne en los pocos dientes que le quedaban -no soy un vagabundo, eso es a tus ojos, todo el tiempo estamos juzgando, no podemos quitarnos esa terrible forma de ser, de etiquetar, de juzgar,  Levantó el agua de horchata y la levantó mirando al tipo que minutos antes lo había aventado, el cual no le quedó de otra más que aceptar su sal

EL OCHO DEL EQUILIBRIO / Dedicado a mis hijos que inician un semestre más de escuela

 A mis hijos María Pablo y Max que empiezan un nuevo ciclo Arriba y abajo, frio y calor, día y noche, luz y oscuridad, bueno y malo, yin y yang, femenino y masculino, parece que vivimos en un juego de azar donde todo es dual, donde tiene que ver con un volado de águila o sol, de cara o cruz. Un día escuché una historia de un tipo que manejaba muy bien la energía, y que le atribuía la historia a Jordan el increíble jugador de basquet que logró mantenerse en el aire como si flotara, para luego ejecutar una clavada de balón que dejó a todos en shock, Jordan según él, habla de que la única manera de mantenerse activo en un juego o en la vida misma, es entendiendo la energía como un ocho, donde va y viene, donde el circuito, hace que se mueva para arriba o abajo, y hay que saber moverse con esa energía, no puedes pretender estar arriba siempre porque es normal que caiga, y tampoco puedes quedarte abajo tanto tiempo porque puedes subir, y es normal que subas, esta idea me pareció genial y no